Cuando uno va a China, realmente viaja hacia el futuro. De hecho uno se adelanta medio día, aunque a veces esa diferencia parece de años. Esta vez –mi segunda en China y la tercera en Asia— realmente pude palpar algo del futuro de las TI de manera clara y certera.

A pesar de haber asistido a numerosos eventos del estilo del Intel Developer Forum –el gran show de Intel para mostrar sus avances al mundo—en este evento de Shangai dos cosas llamaron mi atención de manera indiscutible. Eso de hablar de procesadores con cuatro, seis u ocho núcleos, es algo que de una forma u otra he escuchado desde mis tiempos en la universidad, pero cuando todo este poder se concentra en cambiar algo que conozco, y lo hace de manera radical, soy capaz de sentir un gran asombro.

Ya estábamos en el último día de exhibición y me conocía de memoria los nombres de las nuevas familias de procesadores –algo que al final el departamento de mercadeo de Intel hará inútil al renombrarlos como Algo-core y Atom-nosequé— cuando se les ocurrió mostrar una aplicación mundana de que se puede hacer con tanto poder de computo. Yo esperaba que fuera otro dispositivo móvil, pero no. Al escenario entraron tres bellas modelos asiáticas que se colocaron en fila, separadas por un par de metros. Un fotógrafo oriental, de renombre, se colocó casi en frente de ellas y al dispararse una pequeña cantidad de confeti, tomó una fotografía usando una novedosa técnica llamada “Light Field”. (Pueden leer el boletín de prensa en inglés en http://download.intel.com/pressroom/kits/events/idfspr_2008/IDF_Day2_FactSheet.pdf)

Este sistema graba los campos de luces asociados a cada fotograma, es decir graba por cada píxel, la luz y la distancia de la fuente de la luz a la cámara. El resultado es una fotografía con el 100% de los elementos en foco, que además, gracias a la información de profundidad, puede ser enfocada, por software,  posteriormente en cualquier distancia que se guste.

Aclaremos la idea. La foto que se tomó, podía ser enfocada en cualquiera de las tres modelos, al gusto del fotógrafo, o en las tres de manera simultánea. Los confetis en el aire sirvieron para corroborar que se trataba de la misma foto. No había truco posible.

La segunda aplicación de tecnología que me tocó profundamente ocurrió cuando pude conversar largo y tendido con uno de los principales responsables del portátil para niños de Intel. El proceso se originó de manera casi simultánea en la India y Latinoamérica, con una ligera ventaja de nuestra región, por lo que se fusionaron ambos proyectos para dar origen a la primera generación del producto. Ramón Morales, de Intel México, me contó casi todo el proceso, algo que escribiré en breve, pero lo más resaltante fueron los rasgos de humanidad tan marcados en cada ejemplo que Morales conocía.

Aunque para la mayoría de los asistentes recordaran este IDF por el lanzamiento de los llamados MID, Dispositivos Móviles de Internet, o por la nueva generación de procesadores Atom diseñados para darles poder, mi referencia personal siempre será el rato ameno que pasé hablando de TI con Morales, o cuando pude ver al fin una tecnología futurista que realmente me impresionó: la fotografía Light Field.