Responsabilidad Social Empresarial es un tema amplio, que las empresas a veces usan con mucha libertad. Aunque no soy un experto en la materia como mi amigo Luis Indriago –cuyo blog de RSE, http://www.bienactuar.com les recomiendo seguir—si he conocido muchos programas de RSE de empresas de tecnología, en especial los que se relacionan con el tema ambiental.

Para un proyecto calificar como RSE, según mi propio criterio, debe tener efecto sobre la comunidad adyacente –que en términos de la globalidad actual podríamos extender al mundo—y hacer de este un mejor lugar. La verdad que he visto montones de proyectos mal calificados como de RSE cuando su propósito principal es apenas aumentar el éxito comercial de un producto cualquiera.

Pero hoy –en el marco del evento Sapphire 2010— he podido conversar con Claudia Cortés Directora de RSE de SAP Latinoamérica, y ver un lado diferente de la RSE, que me parece aún más valioso: el voluntariado de los empleados. Cortés señala que suele suceder que las convocatorias para actividades voluntarias rebasen las expectativas, algo que demuestra lo involucrados que se sienten los empleados en esta labor. La idea de RSE como una actividad fundamental de la empresa, parece permear desde la más alta gerencia, en especial del co-CEO Bill McDermott. Pero lo inteligente de la empresa ha sido involucrar a los empleados en la toma de decisiones sobre las políticas de RSE. Si bien SAP ha definido desde hace rato que su enfoque primordial de RSE está en el área educativa –aunque también están pendientes del tema ambiental—son los empleados los que terminan decidiendo como se concretará esta labor. SAP no limita su acción y lleva a cabo también algunos programas en la región, colaborando con clientes y proveedores.

Pero uno de mis programas favoritos de RSE es el que llaman Esperansap, nacido de la colaboración de SAP con algunos buenos amigos de mi época en la universidad, y que han conformado un socio de negocios de SAP en Venezuela, que ha obtenido muy buenos resultado: Sofos. El programa capacita personas que están fuera del mercado laboral –desempleados—y los certifica como consultores de SAP –si logran aprobar un entrenamiento adecuado. De hecho, ha resultado tan exitoso el programa que ya los están implementando en Brasil y México y deben empezar a funcionar en estos países en breve, y constituye un motivo de gran orgullo para el presidente de SAP en la región Rodolpho Cardenuto, como me lo manifestó personalmente.

Más allá del éxito de este programa es agradable ver que empresas que realizan grandes negocios en los países de la región –como SAP, IBM o Microsoft—están también interesados en ayudar a capacitar a la población, una fórmula que en La India ha resultado un éxito y que amenaza en convertirla en una gran potencia mundial. Necesitamos más educación y más formación en tecnología para avanzar en esa dirección.

Justo antes de la entrevista tocamos el tema de RSE con Norka Zavarce, Gerente de Tecnología del operador venezolano de telefonía móvil DIGITEL. Ella mostró la misma emoción que Cortés al hablar del programa de RSE de DIGITEL que lleva adelante la fundación Venezuela sin límites, y que ayuda a ONG a adelantar proyectos de automatización y mejoramiento, y provee de fondos a algunas der estas ONG que son seleccionadas por un jurado.

Lo que me quedó claro después de estas conversaciones es que la Responsabilidad Social Empresarial, para que funcione bien, debe empezar en las personas que conforman la empresa, y no ser un simple lineamiento plasmado en un acta de reuniones de la gerencia. Sólo así lograremos que un día, todos puedan estar hablandodeti en Latinoamérica.