Al leer el primer número de “Think quaterly” la revista trimestral de Google en el Reino Unido y cuyo número inicial está dedicado por completo a los datos, no deja de sorprenderme el encontrar un concepto que llevo rato manejando internamente, sobre el problema de contar con demasiados datos al respecto de cualquier cosa. Hace apenas unos pocos días escuche a un “experto” cuyo nombre no recuerdo, hablar en la radio sobre los efectos que tiene el exceso de datos sobre los procesos de decisión. En resumen, el experto citaba experimentos que concluían que un exceso de datos no sólo retardaba los procesos de tomas de decisiones, sino que además causaba que la calidad de las decisiones tomadas fuera cada vez peor. Una semana atrás asistía a una charla de EMC donde se hablaba de la necesidad de “deduplicar” la información para mantener ágiles a las organizaciones –y bajos los costos de almacenamiento. Este tema de la deduplicación esta rondándome desde hace poco más de un año en charlas de SAP, IBM y Oracle.

Y he aquí que leyendo Think Quarterly encuentro el término perfecto para referirme a este fenómeno de la sobrepoblación de datos: obesidad de datos. Si bien las herramientas modernas de analítica de negocios hacen mucho para ayudar a procesar todos los datos relacionados con las transacciones, al punto que se puede obtener beneficio de analizar decenas de datos que antes pasaban desapercibidos, el resultado puede llegar a ser parte de una gordura que inhabilite a los tomadores de decisiones a hacer su trabajo de manera rápida y eficaz.

Personalmente he luchado con este fenómeno en reiteradas ocasiones y puede ser tan satisfactorio hurgar entre los datos buscando patrones que nadie ha descubierto, que puede robar horas y hasta días de trabajo del que lo hace. En una encuesta anual que realizábamos en PC World Venezuela solíamos hacer ese experimento, y nos enfrentábamos a más de una resma de hojas carta llenas de numeritos en hojas de excel, para sacar relaciones ocultas, que a veces terminaban plasmándose en una sola línea en el artículo definitivo. Ese tiempo que hubiera podido bastar para escribir un artículo de un par de páginas, ¿estaba realmente bien aprovechado? Puede ser que sí o que no.

Le sugiero que en su negocio/vida/trabajo/diversión empiece a ver los datos –o mejor aún, el exceso de datos— con una visión crítica que le permita determinar a priori, si vale la pena hurgar más en esos datos o no. Tiene 500 alertas de Facebook sin abrir en su correo…¿que posibilidad hay de que haya algo que no haya visto al entrar a Facebook directamente? Mejor configure Facebook para que sólo le lleguen las actualizaciones más importantes por correo –o incluso ninguna. ¿Está intentando evaluar si su consumidores entran más a su sitio web los días pares que los impares? ¿Realmente le interesan las estadísticas de ventas por hora? Quizás es hora de que te pongas a dieta informativa, y todo el mundo esté hablandodeti, por que de repente tienes más tiempo libre, o eres más eficiente en lo que haces.