Estas dos naciones asiáticas comparten en este momento una oportunidad basada en la desgracia de otra nación asiática: Japón.

Taiwan, el otrora cuartel central de Inteligencia de las tecnología que se fabricaba en China, ha perdido gran parte de su relevancia, ante el avance desmesurado de China, que promete ponerse al frente del desarrollo científico mundial en un par de años, superando inclusive a los Estados Unidos. Corea por su lado, lleva años haciendo importantes inversiones en tecnología, en especial en Internet, que le han permitido convertir a dos marcas que eran vistas como “alternativas baratas” en verdaderos líderes del diseño y la tecnología, como es el caso de Samsung y LG.

En este momento, más allá de la devastación que dejaron el terremoto y el tsunami en Japón, el capital mundial de inversión en tecnología saca sus ojos de Japón para el resto de Asia, y hasta las mismas compañías japonesas empiezan a diseñar e implementar planes que les permitan repartir sus activos más estratégicos: la fabricación e investigación.

De hecho, Corea no ha dejado de crecer y podrá con esta circunstancia afianzar más su liderazgo en Asia, mientras que Taiwán ha reconocido abiertamente el haberse quedado atrás, y ya esbozo un plan de inversiones para ayudar a generar nuevas formas de interactuar de las personas con los dispositivos electrónicos, algo que esperen les ponga en la cima de la ola en unos pocos años.

Por supuesto que otros países también podrán sacar provecho de esta situación, en especial los miembros del BRIC –Brasil-Rusia-India-China—pero llama la atención que países latinoamericanos con gran potencial de desarrollo científico, cómo Chile o México no parezcan estar en los planes de las grandes empresas, al menos no con papeles tan predominante como los anteriormente nombrados.

Sin embargo la oportunidad hay que aprovecharla de inmediato. De no sobrevenir una tragedia mayor en Japón, con lo que respecta al reactor de Fukushima, es muy probable que el país se levante tan rápido como sea posible, y probablemente su moneda sufra una perdida de valor frente a otras que le permita hacerse más competitivo. Y no hay que olvidar que superada la impresión inicial, los bancos del mundo verán en Japón un acreedor digno de confianza, que recibirá excelentes condiciones.

Desde el punto de vista tecnológico, se avecinan tiempos interesantes. Esperemos poder contarles todo lo que ocurra desde aquí en hablandodeti.