Hoy ha sido uno de esos días llenos de agradables sorpresas que de alguna forma quisiera compartir con ustedes. Fui invitado para hacer de relator en una de las dos sesiones del evento “Día de conexión 2011”, realizado por la Fundación Venezuela Sin Límites y Microsoft. La idea era proveer a ONGs con herramientas para mejorar su accionar.

Para los que quieran darse una idea de las cosas brillantes que dijeron los expositores, les pido que realicen una búsqueda por el hashtag #diadeconexion en twitter, y saquen provecho de lo que los asistentes quisieron destacar como “lo más importante.”

En la primera parte del evento dedicada a “Emprendimiento y Sustentabilidad”, cuyo relator fue mi amigo Luis Indriago (@lindriago), se trataron temas si se quiere apegados al libreto que se esperaba: concepto de sustentabilidad y/o sostenibilidad, filantropía, etc, que prefiero vean a través de los tweets..

Sin embargo, en la segunda etapa, dedicada a “Emprendimiento y Tecnología” tuve la agradable sorpresa de ver como se le prestaba atención tanto a la tecnología como herramienta, como a la comunicación como herramienta. Si, leyó bien, a la Comunicación. Gonzalo Ibarra, consultor radicado en Chile, invirtió todo el tiempo de su presentación en enseñar a los presentes técnicas y trucos para optimizar la comunicación en la red, desde sencillos trucos para mejorar los resultados en buscadores, hasta que recursos usar para mejorar la legibilidad de un texto o aumentar su atractivo, para captar la atención del lector, sin dejar de recordar la regla básica de elaborar ideas con sujeto, verbo y predicado.

Y es que en muchos países desde hace rato que las TI –Tecnologías de la Información—se les refiere como TIC –Tecnologías de la Información y Comunicación—un término más amplio –y desde mi punto de vista personal, más correcto.

Traigo esto a colación por que ya hace algún tiempo estoy en esta cruzada, buscando mejorar la capacidad de comunicación de las personas y organizaciones mediante el uso correcto de las llamadas “herramientas Web 2.0”. Es en estos momentos que algunas cosas aprendidas justo al salir de la Universidad, y mientras trabajaba como Investigador en el Laboratorio Multimedia, terminan de cuadrar en el panorama tecnológico. Las largas discusiones con mi jefe de aquel entonces , el PhD Andreas Meier –o cariñosamente Andrés ¡el suizo!—con mis compañeros y amigos Salvador y Nella, y con los itinerantes del Laboratorio, como Clara Marina Rojas o mi tutor Juan Carlos D’Agostini y otros, vuelven a mi memoria aún mas claras. Todos ellos –al igual que yo—sabíamos de tecnología, pero al contrario de otros, la hallábamos vacía si no afectaba de manera importante a la gente. Si a mediados del los 90 eso no era tan claro, hoy es de una claridad absoluta.

Hoy al ver los ejemplos dados por los expositores, al conocer el efecto que causaban esas ponencias en los asistentes y conocer de antemano lo que ha logrado la Fundación Venezuela sin Límites aplicando tecnología y método en las ONG que ha ayudado, no tengo duda en proclamar, tal cómo lo dije en mi relato ante los asistentes, que las Tecnologías más avanzadas no sirven para nada si no tienen efecto en la gente. Y les conmino a que de aquí en adelante hablemos de TICs, todo el tiempo.