Una nueva fiebre del oro ocurre en China, pero no se trata de oro real, sino de oro de Warcraft. Para añadir más detalles macabros, no se trata de jóvenes adictos al juego los que están recolectando este oro, sino de presos chinos, a los que obligan a jugar por largas horas, después de haber cumplido sendas jornadas de trabajo.

Todo esto alió a la luz después de que un prisionero fuera liberado y “delatará” la operación, dirigida por los guardias de la prisión Jixi, un campo de trabajos forzados en el noreste de China.

Según declaró el exconvicto, hasta 30 prisioneros estaban involucrados en esta red de juego, y los guardias les fijaban cuotas de cumplimiento obligatorio, y si no eran cumplidas los castigaban físicamente. El oro recolectado por los jugadores se juntaba y se vendía –ilegalmente—a cambio de dinero real. Este “oro” virtual sirve dentro del juego para comprar armes y equipos, e incluso lograr avanzar en niveles de los personajes del juego.

Si bien se han visto grupos de jugadores que aplicaban estos mismos métodos –a lo que se le conoce en inglés como goldfarming—esta es la primera referencia de grandes grupos de personas obligadas con violencia para realizar esta actividad. China parece ser además la meca del Goldfarming, y en un
Artículo de PC WORLD EEUU estiman que el 80% de los goldfarmers se ubican en China.

Hechos como estos, dan a entender que lo que se hace en los mundos virtudes puede tener una repercusión en el mundo real más importante de lo que muchos creen. Y al hablar de alguien en un mundo virtual, hay que tener en cuenta que pueden estar hablandodeti.