Hace unos años visitando el Laboratorio de Hogar digital de IBM en Austin, uno de los proyectos que allí estaban evaluando era uno referente a un carro conectado. El carro –al igual que la nevera, la cocina y otros dispositivos—se conectaba al servidor central en la casa y era capaz de tomar ciertas decisiones, incluyendo el compensar fallas mecánicas, alertar de problemas futuros, y hasta comunicarse con la cocina de la casa, para apagar una hornilla que se dejó prendida por accidente. Pero por más futurista que se veía esta idea, e allá por los años 90, la realidad actual ha superado a la fantasía.

Una nueva generación de carros “high-tech” combina adelantos técnicos mecánicos, con opciones de entretenimiento digital, de una manera única y novedosa.

Si bien muchos autos cuentan con sistemas de entretenimiento –pre-instalados o añadidos posteriormente por sus dueños— lo nuevo incluye sistemas capaces de recibir señal satelital de empresas como DirecTV. La radio Satelital, ya es algo que se ha vuelto estándar en USA.

Pero las cosas no paran allí. Ya desde hace años algunas empresas ofrecen servicio de conectividad para carros, usando líneas de celulares y un pequeño router WiFi. Pero ya Audi y BMW ofrecen está característica como estándar en algunos de sus modelos, y estoy seguro de que otros fabricantes se irán incorporando a esta corriente.

Ya es común que los autos cuenten con servicios de asistencia que usan el posicionamiento satelital –GPS—para localizar un vehículo averiado o sustraído. O que el carro sea capaz de reconocer órdenes dictadas por el conductor. O que el carro lea los emails y SMS que recibe su conductor. Si unimos todo esto con el poder de cómputo asignado para hacer funcionar el motor, los frenos y la suspensión en algunos modelos, es poco lo que falta para emular aquel mítico personaje de series de TV, conocido como “el Carro Fantástico”

Con tantos avances a bordo, incluyendo conectividad WiFi, no será raro entonces que en este momento alguno de ustedes esté leyendo “hablandodeti” en su portátil, en asiento trasero de un auto en marcha.