Asistir a algo como el Unreasonable Institute es sin duda un evento capaz de cambiarle la vida a cualquiera.

El poder ver a tantas personas convencidas de lo que hacen, y beneficiando a tantos otros, es sin duda algo capaz de mover los cimientos de cualquiera, y dejarlo con una sensación de fe en la humanidad, suficiente para vivir mejor durante meses.

Si bien en la mayoría atienden poblaciones en las que incluso contar con fluido eléctrico es algo fuera de lo normal, no por ello dejan de incorporar tecnología en muchos aspectos. Aquí el uso de energía solar para hacer funcionar desde una bombilla hasta un cibercafé es clave para paliar las deficiencias en las redes de servicios públicos.

Pero lo más fascinante de todo el proceso es descubrir como estos emprendedores –algunos de ellos apenas superan los veinte años—han encontrado la fe suficiente para renunciar a sus trabajo y dedicarse a cumplir sus sueños.

Ya sea recuperar tierras en mal estado usando lombrices o distribuir baterías –como las de los carros—una vez a la semana para que algunos hogares gocen de luz eléctrica el alcance de estos proyectos es determinante ara aquellos a quienes tocan.

Y allí es donde uno siente la necesidad de reflexionar, y ver si lo que está haciendo uno actualmente puede tener efectos positivos en la sociedad, en el mundo. Sólo esa actitud, ya paga el haber asistido a un evento como este.

Para los que no sepan de lo que va el Unreasonable Institute, les invito a visitar la página que monté al respecto, donde encontraran material en español que les ayudará a tener una idea mas clara acerca del evento..