knightrider
Otra vez un título que necesita explicación, que parece mal escrito. Pero es así. El carro, el automóvil, se está convirtiendo en el nuevo celular. ¿Cómo así? Pues resulta que las empresas están volteando hacia este para convertirlo en un monedero digital con cuatro ruedas. Y a diferencia del celular, este no suele quedarse sin batería.

Pero no se trata de mi simple percepción. De hecho hay tres eventos ocurridos en pocas semanas que me permiten afirmarlo.

El primer evento ocurrió apenas hace días cuando Apple anunció su versión 7 del iOS. Allí se habló del “iOS in the Car” en medio de la WWDC, la conferencia de desarrolladores. El mensaje es claro: desarrollen apps para carros, que el sistema operativo estará incluido. Este movimiento llamó mi atención. Si ya el 95% de los carros que se venden en EUA incorporan un conector para iPhone, iPod e iPad, ¿cuál es la razón de incorporar el iOS al carro? La respuesta lógica es que se vienen una serie de servicios en los que el carro servirá de terminal, no un teléfono conectado al carro, sino el propio carro. Y tiene sentido.

Sin embargo no veía el negocio completo y seguí investigando. Una nota de prensa suelta de SAP al respecto, me llevo a la tarea de conseguir un vocero de alto nivel para discutir del tema. ¡Eureka! No sólo conseguí el vocero, sino que este venía de presentar la idea ante los grandes de Detroit apenas una semana antes. El Vicepresidente de sostenibilidad de SAP fue el encargado de darme la breve introducción al tema.
Peter Graf, así se llama el alto ejecutivo, me repitió la frase de la nota de prensa “Consideramos que los automóviles conectados deben ofrecer una experiencia agradable para los conductores y, al mismo tiempo, oportunidades de negocios atractivas a múltiples industrias, como un medio de transporte verdaderamente sostenible”.

El panorama que me pinto Graf me permitió terminar de entender lo que me había dicho el CoCeo de SAP, Jim Snabe, hace unas semanas al entrevistarlo y preguntarle hacia donde iba SAP. La respuesta no era HANA ni la nube, lo que ya está logrado y se comercializa hoy. La respuesta era más de lo que se podía hacer sobre HANA y la nube: conectar las empresas a un nivel que nunca se ha imaginado.

Graf está claro que Detroit –y la industria automotriz del resto del mundo—quieren y necesitan participar más de mercados relacionados con los carros, como lo son la venta de combustible y fluidos, los seguros automotrices y hasta el estacionamiento. La idea de SAP es aprovechar la conectividad de los carros –por ejemplo con sistemas como OnStar de General Motors—y conectarse con los sistemas de ERP de proveedores de servicios. Es así como un carro podría, en el esquema propuesto, servir de monedero digital para su dueño, y permitirle el pago automático y digital de estacionamientos, peajes y recarga de combustible. Pero incluso se puede ir a un nivel superior e implementar programas de lealtad sobre ellos, o incluso permitir reservas de puestos de estacionamiento, a fin de ahorrar tiempo a las personas al visitar un lugar, ya que llegarían y tendrían su puesto disponible. La geolocalización unida a este esquema, sólo potenciaría aún más el negocio. Y todo esto funcionaría sobre “Hana Cloud for automotive” una solución de SAP en la nube.

Si esto no fuera suficiente, hace apenas minutos recibí una nota de prensa de KPMG que afirma en su título que los autos se convertirán en el nuevo dispositivo móvil. ¿Más claro? ¡Imposible!

KPMG destaca que los ciclos de producción de los nuevos vehículos, de entre tres y cinco años son un freno para llevar nuevas tecnologías al público. Pero al casarse con empresas de tecnología este freno podría desaparecer. En cambio las empresas de tecnología están acostumbradas a sacar al mercado dispositivos actualizables, algo que bien se podría aplicar a los nuevos autos. Alianzas recientes, como la de GM con AT&T para dotar de módems 4G a sus vehículos—apuntan hacia el dearrollo de un mercado de Apps interesantes. En Francia ya Peugeut cuenta con un sistema parecido en su Peugeut 208 que pronto empezara a exportar a otros mercados, y ya existen numerosos kits de desarrollo para programadores de Apps para distintas marcas de autos.

La consultora también destaca el esfuerzo de Google en esta materia, y piensa que la tecnología de conducción autónoma puede ser algo común en unos diez o quince años, abriendo la industria a una nueva experiencia de usuario.

Así que querido lector, esta vez me ha tocado estar hablandodeti y de tu auto, que de seguir avanzando como va, pronto la tienda de apps de su marca sea tan importante como su rendimiento de combustible. O quizás aún más. ¿Y es que un carro, conectado con $G, corirendo con iOS 7 y Siri con voz masculina como interfaz, no les recuerda a ese auto héroe de TV de los 80, llamado el carro fantástico, the Knight Rider, que conducía David Hasselhoff?