qualcommfe
La Fórmula E está pensada como la cara verde de la Fórmula Uno, funcionando con motores eléctricos en lugar de motores a gasolina. Es una apuesta para crear conciencia, generar interés del público y especialmente desarrollar nuevas tecnologías que se apliquen en el campo automotriz y fuera de este.

Si bien la Fórmula E es una iniciativa de la Federación Internacional de automovilismo –FIA—llama poderosamente la atención el rol protagónico de una firma de tecnología como Qualcomm. Qualcomm es quizás poco conocida a nivel de los consumidores, ya que no fabrican equipos que se vendan directamente en el mercado detallista, pero es una referencia importante en la tecnología móvil desde sus inicios. Ellos fabrican, entre otros, el procesador Snapdragon, uno de los más potentes disponibles para teléfonos y tabletas, además de proveer de chips e infraestructura a gran parte de los fabricantes mundiales de teléfonos y a la industria de la telecomunicación en general.

En este momento muchos se preguntarán ¿y qué tiene que ofrecer a la Fórmula E una empresa como Qualcomm? La respuesta es sorprendente.

El principal problema que hasta ahora ha encontrado la Fórmula E al diseñar sus carreras es la duración de la carga de estos vehículos que logran velocidades de 225Km/h y más. Si un auto eléctrico normal necesita a veces horas conectado a un tomacorriente para cargar sus baterías, y estas les duran sólo por un par de horas, podrán imaginarse lo que pasa en estos bólidos. Los carros híbridos –gasolina-electricidad—solucionan este problema cambiando a combustible tradicional cuando la batería está baja o cuando el carro debe alcanzar mayor velocidad. Pero en un auto 100% eléctrico aún las mejores técnicas de recuperación de energía al frenar o cuando el auto va en pendientes, apenas añaden minutos a la autonomía del vehículo. En este primer año de Fórmula E, que consta de 10 carreras, se probará en el carro madrina –el que antecede a los autos competidores—una tecnología de Qualcomm, conocida como Halo, que permite la carga inalámbrica de baterías. En principio requiere que una placa de cobre enterrada en el piso genere un campo magnético que puede ser “recogido” por una bobina en el carro. Después de ser probada extensivamente está tecnología podrá ser adoptada por los vehículos de la Fórmula E en uno o dos años.

Otro campo donde Qualcomm aportará tecnología es en la llamada “telemetría” o transmisión inalámbrica de los datos del vehículo, medidos por sensores, hasta los cuarteles generales de cada escudería. Ya en un post del año anterior comentamos sobre los análisis de Big Data que algunas escuderías, como es el caso de Mc Laren, hacen sobre estos datos, que pueden llegar a recolectar 6.500 millones de datos por carro en una sólo carrera de Fórmula Uno , de allí la importancia de contar con una telemetría exacta y de bajo consumo, algo en lo que Qualcomm se ha especializado por años al crear los radios de tantos celulares.

Además Qualcomm tiene una gran experiencia en este mercado, ya que desde hace una década brinda soporte a la tecnología de Chevrolet OnStar.

El primer auto diseñado para esta categoría de Fórmula E es el Spark-Renault SRT-01E y Qualcomm realizó una demostración en el marco del CES. En este carro la empresa, además de tecnología, es uno de los patrocinantes principales.

En total habrán diez equipos con dos pilotos en la Fórmula E, que contará con diez competencias. La primera carrera válida se llevará a cabo en Beijing, en Septiembre de este año y me permitirá seguir hablandodeti Qualcomm, así como de la interesante Formula E.