Año tras año Larry Ellison –un hombre genial y uno de los mejores capitalistas del mundo, como lo definió Scott McNealy al momento de venderle SUN Microsystems– nos acostumbra traer la lista de los nuevos enemigos a los que Oracle busca derrotar –o ignorar. El movimiento no ha lucido hasta ahora como desacertado y mantiene a este gigante rojo en la carrera con buenos números y devela un estilo de gerencia por «benchmarking», que quizás, es el único posible para una empresa tan compleja

Admitámoslo, las grandes empresas de tecnología se han vuelto tan grandes y complejas que inclusive muchos de sus miembros son incapaces de conocerlas a plenitud. Entre estas empresas destaca Oracle, quizás la más grande de las tradicionales. Todavía de la mano de su fundador, lo que le da una ventaja sobre las otras, en los últimos años se ha convertido en un monstruo que aprovechando el efectivo de sobra en caja adquirió todas las empresas que ha podido que le estuvieran compitiendo.

La estrategia para dominar a las que no ha podido adquirir es simple: declararla públicamente como enemigo, copiar/mejorar su oferta y meter detrás una increíble cantidad de recursos. En muchos casos la estrategia funciona, y en otros, si bien no funciona, alcanza para defender la plaza.

La meta más clara de Oracle en la actualidad es dominar la nube, y lo intenta lograr manejando tres pilares fundamentales, software como Servicio (SaaS), Plataforma como Servicio (PaaS) e Infraestructura como servicio (IaaS). Los dos primeros sectores los ha explotado desde hace tiempo con resultados bastante positivos, pero el último recién comienza a atacarlo y tiene por delante a varios rivales de importancia, de los cuales el mayor es Amazon Web Services, AWS.

Amazon es un monstruo en el sector, que invirtió US$13 mil millones el año pasado en I&D para mantener su oferta, un monto que es más del doble de la inversión de Oracle en I&D para todas las áreas. Pero hay que reconocer que Oracle tiene un camino claro para crecer por mucho tiempo, como reconoció Luis Meisler, vice-presidente ejecutivo de Oracle Latinoamérica, quien afirmó que “contamos con más de 400.000 clientes para los que debemos ser la mejor opción de llevar sus aplicaciones de Oracle a la nube, ya que controlamos el software, la plataforma y la infraestructura” dejando claro que su idea no es competir ampliamente con Amazon en un principio, sino evitar la migración de sus clientes a esta plataforma. Larry Ellison, fundador de la empresa y actual CTO, aseguró que los clientes que se iban a Amazon y usaban sus tecnologías propietarias –como es el caso de la base de datos Aurora, compatible con MySQL— quedaban irremediablemente atrapados en esa nube, en una clara arenga a que permanecieran con Oracle, evitando a Amazon y su “trampa sin salida”. Oracle cuenta con una carta importante para apuntalar su intención: Cloud@customer, una propuesta que permite extraer cargas de trabajo de la nube y llevarlas dentro de las fronteras digitales de una organización, es decir montar una nube privada, con las mismas características de la nube pública que ofrece Oracle, ideal para organizaciones con restricciones para alojar sus datos, como puede ser el caso de las entidades financieras.

Con una base de clientes tan grande como la de Oracle, estimada en 420.000 en todo el mundo, la estrategia de hacer “benchmarking” con los demás y jugar la carta de la “compatibilidad” y la de “nadie hace desarrollos de Oracle, mejor que Oracle”, Larry y su gente tienen un camino de éxito a seguir. Pero con una diferencia tan grande en inversión, un gigante como Amazon puede seguir ganando distancia y al final ganar la carrera, si es que los demás no logran innovar lo suficiente.

Así que es seguro que mientras tanto seguiremos hablandodeti Oracle, y de tus enemigos como Amazon, Workday, Salesforce, IBM y SAP, por los próximos tiempos.